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Empiezo este blogg con ilusión y con ganas y me gustaría que los que me lean dejen su opinión.
Solo espero que os guste y disfrutéis leyéndolo ^^

lunes, 24 de mayo de 2010

PRECOGNICIÓN:LA SAGA DE LOS MEDIUMS VI

Cientos de gotas de sudor recorrían su cuerpo como serpientes heladas, sentía que las sábanas se retorcían entre sus muslos y le inmovilizaban aprisionándole contra la cama, la respiración acelerada, se volvía pesada y fatigosa, su espalda se arqueó al sentir como un escalofrío le golpeaba como un cruel latigazo, de pronto sus brazos se extendieron buscando la salida, y Connor se despertó sobresaltado y sudoroso…
-¡Por Dios bendito!, hasta en sueños me persigue el condenado peluche de Blackrabbit…- aun podía recordar sus ojillos rojos brillando en la oscuridad y acechándole…
El sonido del teléfono le saco de su sopor matutino, Connor se levanto arrastrando parte de la sabana que aun tenía enredada en la pierna, y descolgó el auricular con apatía.
-¿Diga…- balbució mientras se aclaraba la garganta, aun tenía voz de dormido.
-Padre Dryden, ¿es usted?...- pues claro que era él, quién esperaba que contestara al teléfono si estaba llamando a su habitación…
-Si, si, oiga no quiero libros, ni menaje de cocina, no me interesa…ah…y tampoco quiero la Atalaya, aunque no se si eso lo ofrecen por teléfono, bueno da igual, no me moleste, ¿entiende?...-un montón de palabras sin sentido se atropellaban en su boca, solo quería su café, y a poder ser su dosis de whiskey escocés, para poder arrancar el día.
-Se equivoca, soy el Padre Jeremiah, el secretario de Monseñor Lorenzo de Boccardo-explicó pacientemente el interlocutor- verá, el motivo de mi llamada es que su ilustrísima desea reunirse con usted en su despacho, le esperara allí esta misma mañana a las diez y media- concluyó el párroco.
-Vaya le confundí con esa gentuza que no deja de molestar a todas horas, lo siento Padre, comuníquele a Monseñor que no faltaré a la cita-se disculpó Connor y colgó el auricular de brillante plástico negro, “Lorenzo de Boccardo, con un nombre así tenía que ser malo”, o quizá él había metido la pata hasta el fondo esta vez….
Caminó pesadamente de vuelta a la cama, dejándose caer sobre esta con languidez y metiendo la mano debajo del colchón como si buscara algo.
-¡Maldita sea!, esta vacía, jodida mañana de mierda….- exclamó estrellando el casco de la botella contra la pared y haciéndolo añicos que se esparcieron por el suelo de la habitación,-¡Genial!, a ver si ahora me hago un buen corte en un pie…ten cuidado Connor…ten cuidado condenado cura…- se decía para sí mientras sorteaba los cristales rotos para llegar a la ducha.
Las puertas del “Saint Tropez” llevaban abiertas desde las seis de la mañana, y detrás de la barra estaba Reggie, que como siempre no dejaba de servir cafés cargados, cervezas y copas a sus feligreses.
-¿Un café, Padre?- preguntó mientras cogía una taza de encima de la cafetera, que había comprado por catalogo y que le habían enviado directamente desde Italia.
-No Reggie, ponme algo mas fuerte, hoy lo necesito, he pasado una noche de perros y me espera una mañanita peor aun…- exclamó el cura sentándose en un taburete junto a la barra.
-¡Pero si no son mas que las nueve!-exclamó el camarero con su acento de Nápoles, pero Connor le miró con cara de pocos amigos- lo de siempre entonces…- dijo el barman soltando una risita por debajo del bigote, y le sirvió un doble de whiskey escocés.
-Dime una cosa mostacho, ¿porqué un italiano le pone el nombre de una ciudad francesa a su bar?-siempre había querido saberlo.
-Mi mujer y yo nos conocimos el verano del 86 en Saint Tropez y nos enamoramos perdidamente, así decidimos hacer un pequeño homenaje a nuestro romántico encuentro-explicó Reggie con mirada soñadora.
-Hola Dryden, deberías afeitarte esa medio barba que llevas, tienes que dar buena imagen, no en vano eres ministro de Dios- le espetó Paola, una exuberante mujer siciliana, de una belleza al estilo de Mónica Bellucci, y también la esposa de Reggie.
-Buenos días “bella dama”, ya sabes que me la dejo por que me hace irresistible para las chicas- respondió Connor guiñándole un ojo con picardía.
-¡Oh, mamma mía! tu italiano es terrible, creo que podrías usarlo como arma contra los demonios, eres un vanidoso Connor Dryden, el Señor te castigara por eso, ya lo veras- exclamó la mujer con fingido disgusto, al final todos acabaron riendo a carcajadas.
-Amigo, dame lo mío- pidió Dryden tras apurar el vaso de licor ambarino, Reggie buscó bajo la barra y sacó una botellita de enjuague bucal ultra fuerte y se lo entregó al cura, este lo asió, se metió en el baño del bar y cerró la puerta.
“No puedo presentarme ante Monseñor “lo que sea” con aliento a destilería”, pensó mientras hacía gárgaras con el liquido mentolado, lo escupió con una mueca de asco, se quitó los guantes y se refresco la cara con agua, vaya… ahora se daba cuenta de que ni siquiera se había pasado el peine, los mechones de pelo rubio le caían lacios sobre la frente, se pasó la mano peinándolos hacia atrás y se los recogió con una goma de pelo que siempre llevaba en la muñeca, pensándolo bien, la barba si que le hacía mas atractivo…
Bueno, allí estaba plantado ante la puerta del despacho de la diócesis, se había preparado mentalmente para soportar el chaparrón sin soltar ninguna blasfemia o palabra soez, se sentía como un niño al que le iba a caer una reprimenda de campeonato, pero que en realidad no sabía muy bien el motivo.
Connor se inclinó para besar con respeto el anillo del obispo Lorenzo de Boccardo, este asintió complacido con la cabeza aceptando así el gesto del cura.
-Padre Dryden, tome asiento por favor -su voz era profunda y melodiosa, estaba acostumbrado a discursar ante un publico anhelante -le ruego tenga paciencia, pues hoy voy a hacerle una serie de revelaciones complejas, que atañen a su futuro inmediato y que le llevaran a formar parte de un grupo de seres únicos, de los que dependerá la supervivencia de la vida conocida- “Pero que clase de droga se ha tomado este tío, ni obispo ni nada, esta como una puta regadera, a ver como salgo de esta” -Se que esta pensando que debo de estar loco, y se que estas cosas que le digo, no tienen ningún significado para usted, pero le aseguro que lo tendrán, y entonces comprenderá por que se le concedió ese don que tiene desde que era un muchacho asustado que solo deseaba salvar a su abuelo-“¡La madre que lo…!, parece que lo sabe todo de mi”, las declaraciones de aquel hombre empezaban a alarmar a Connor , que hasta el momento se había mantenido sumido en un paciente silencio, no muy propio de él.
Continuará...

3 comentarios:

  1. Hola! Venía a agradecerte que me hayas felicitado por mi cumple, y ya de paso a leer tu blog. Tiene buena pinta, me haré tu seguidora para no perderte la pista :)

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  2. COMPARTO GUSTOS CON BLACKRABBIT ME ENCANTA LA SAGA DE LOS MEDIUMS.

    YO Hace que te sigo y te invito a mi espacio te estaria muy agradecida ke lo hicieras.

    BUEN FINDE Y UN BESO

    YESI

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